En nuestro actual entorno, cambiante y muchas veces inestable, la capacidad de adaptarse y trabajar en equipo es esencial para alcanzar el éxito. Alguna vez escuché que “fallar al prepararse es prepararse para fallar”, y conforme he crecido me he dado cuenta de que es verdad: debemos prepararnos para el cambio, adaptarnos a las diversas realidades que se nos presentan para afrontarlas y persistir.
Esta lección es tan relevante tanto en el campo del fútbol y de un equipo multicampeón como lo es Tigres, como en las actividades de una organización social y humanitaria como Rotary International. Hace unas semanas tuve la oportunidad de conocer a Alejandro Rodríguez, exdirector del Tigres mientras daba una charla sobre las estrategias que puso a prueba cuando estuvo al frente del equipo.
Hay que recordar que durante su periodo al frente, posicionó a los Tigres como uno de los equipos más exitosos con Ricardo Ferretti como estratega. Ésta fue la mejor época del club ya que consiguieron títulos de Liga MX, uno de la Liga de Campeones de la Concacaf y torneos alternos como la Copa MX y el Campeón de Campeones.
Algunas de estas estrategias pueden aplicarse en cualquier organización o grupo de trabajo colaborativo, particularmente en Rotary. En este artículo te platicaré sobre cómo las estrategias de equipo exitosas influyen directamente en el desempeño de tu organización y cuáles son los elementos que según Alejandro Rodríguez, hacen de un grupo un equipo campeón y exitoso.
La cultura de un equipo es su columna vertebral, sustentada por valores fundamentales como el respeto, la confianza y un aprendizaje continuo que busque la excelencia en todo momento. En Rotary, estos valores son esenciales para promover la comprensión mundial y la paz. Aquí puedes leer más sobre cómo conocer a fondo la cultura de tu club.
Así como en el fútbol, donde los jugadores se complementan en la cancha porque todos los jugadores se cuidan entre ellos, en Rotary, los socios deben vivir los valores de la organización para ser ejemplos positivos y procurar el bienestar y la comodidad de todos para asegurar una buena retención y un ambiente colaborativo.
Cuando hablamos de estrategias no siempre tienen que ser complicadas. En el fútbol, mencionaba Alejandro Rodríguez, se trata de saber dónde estás, a dónde quieres ir y cómo llegar allí, utilizando los recursos disponibles de manera efectiva.
Del mismo modo, en Rotary, es crucial tener una visión clara de los objetivos y trazar un camino definido para alcanzarlos; el tan deseado altruismo efectivo. Este enfoque estratégico facilita la planificación y la implementación de proyectos comunitarios, asegurando que los esfuerzos estén alineados con la misión y los recursos de la organización. Si quieres saber más sobre el altruismo eficaz y cómo aplicarlo en tu club, haz click aquí.
La creencia en la posibilidad de éxito es un motor tremendamente fuerte. En la cancha, los equipos deben tener la confianza de que pueden ganar, aunque el resultado no siempre sea favorable debido a la competencia. Es decir, siempre se puede ganar pero no siempre será así porque hay otros equipos en juego.
En Rotary, esta mentalidad es de igual importancia. Aunque los desafíos pueden ser grandes y los resultados inciertos, la convicción de que se puede lograr un cambio positivo es lo que nos impulsa a los rotarios a seguir adelante.
El éxito no se alcanza sólo en el campo de juego; también se forja en las concentraciones y los viajes. La negociación continua y la disposición para reconocer y valorar las contribuciones de los demás son esenciales.
En Rotary, este principio se traduce en la colaboración y el reconocimiento mutuo. Cada rotario tiene un papel importante que desempeñar, y el éxito del equipo depende de la capacidad de trabajar juntos y valorar las fortalezas y los logros individuales de cada miembro.
La identidad y el sentido de pertenencia son elementos poderosos. En el fútbol, los emblemas y estandartes unen a los jugadores con los aficionados, los une y acorta la brecha entre ambos, facilitando el desarrollo de una identidad y de un orgullo colectivo.
En el caso de Rotary, el poder de nuestra marca, nuestros símbolos y el protocolo rotario refuerza el compromiso y la unidad entre los socios, nuestras tradiciones y la manera en que las experimentamos deben ser asequibles para la gente que nos rodea para no crear barreras entre la comunidad y nosotros. Este vínculo fortalecerá el sentido de propósito y la dedicación a nuestra causa común: hacer del mundo un lugar más justo y empático.
La energía y la capacidad de manejar el estrés son cruciales para mantener el rendimiento. Alejandro remarcó que la preparación física y mental son clave para evitar el desgaste al momento de poner en práctica la técnica y la teoría. Sucede algo similar en Rotary, los líderes y los socios deben tomar medidas para cuidar su bienestar, ya sea emocional, financiero, personal, familiar, físico, etc... asegurando que podamos contribuir de manera efectiva y sostenida nuestros proyectos y actividades.
Cuando hablamos de estrategias no siempre tienen que ser complicadas. En el fútbol, mencionaba Alejandro Rodríguez, se trata de saber dónde estás, a dónde quieres ir y cómo llegar allí, utilizando los recursos disponibles de manera efectiva.
Del mismo modo, en Rotary, es crucial tener una visión clara de los objetivos y trazar un camino definido para alcanzarlos; el tan deseado altruismo efectivo. Este enfoque estratégico facilita la planificación y la implementación de proyectos comunitarios, asegurando que los esfuerzos estén alineados con la misión y los recursos de la organización. Si quieres saber más sobre el altruismo eficaz y cómo aplicarlo en tu club, haz click aquí.
La creencia en la posibilidad de éxito es un motor tremendamente fuerte. En la cancha, los equipos deben tener la confianza de que pueden ganar, aunque el resultado no siempre sea favorable debido a la competencia. Es decir, siempre se puede ganar pero no siempre será así porque hay otros equipos en juego.
En Rotary, esta mentalidad es de igual importancia. Aunque los desafíos pueden ser grandes y los resultados inciertos, la convicción de que se puede lograr un cambio positivo es lo que nos impulsa a los rotarios a seguir adelante.
El éxito no se alcanza sólo en el campo de juego; también se forja en las concentraciones y los viajes. La negociación continua y la disposición para reconocer y valorar las contribuciones de los demás son esenciales.
En Rotary, este principio se traduce en la colaboración y el reconocimiento mutuo. Cada rotario tiene un papel importante que desempeñar, y el éxito del equipo depende de la capacidad de trabajar juntos y valorar las fortalezas y los logros individuales de cada miembro.
La identidad y el sentido de pertenencia son elementos poderosos. En el fútbol, los emblemas y estandartes unen a los jugadores con los aficionados, los une y acorta la brecha entre ambos, facilitando el desarrollo de una identidad y de un orgullo colectivo.
En el caso de Rotary, el poder de nuestra marca, nuestros símbolos y el protocolo rotario refuerza el compromiso y la unidad entre los socios, nuestras tradiciones y la manera en que las experimentamos deben ser asequibles para la gente que nos rodea para no crear barreras entre la comunidad y nosotros. Este vínculo fortalecerá el sentido de propósito y la dedicación a nuestra causa común: hacer del mundo un lugar más justo y empático.
La energía y la capacidad de manejar el estrés son cruciales para mantener el rendimiento. Alejandro remarcó que la preparación física y mental son clave para evitar el desgaste al momento de poner en práctica la técnica y la teoría. Sucede algo similar en Rotary, los líderes y los socios deben tomar medidas para cuidar su bienestar, ya sea emocional, financiero, personal, familiar, físico, etc... asegurando que podamos contribuir de manera efectiva y sostenida nuestros proyectos y actividades.
La pasión es el corazón de cualquier esfuerzo exitoso. Durante un partido, los jugadores deben sentir la pasión de salir al campo con la intención de ganar y de colaborar con sus compañeros del equipo para formar la jugada que los llevará a la victoria.
Para nosotros los rotarios, la pasión por servir y hacer una diferencia es lo que impulsa a los socios a dedicar su tiempo y esfuerzo a proyectos significativos. La preparación y el compromiso son esenciales para canalizar esta pasión en acciones concretas que beneficien a las comunidades.
En la vida, como en el fútbol, no siempre se trata de lo que esperas, sino de cómo respondes a lo que llega. Para Rotary la misión es clara: mejorar la experiencia de sus socios y el impacto en sus comunidades. Al igual que un tigre no abandona a otro tigre, los rotarios debemos apoyarnos mutuamente y trabajar juntos hacia un objetivo común.
La formación de un equipo campeón requiere una estrategia bien definida, una cultura sólida basada en valores compartidos y una pasión inquebrantable. Tanto en el fútbol como en Rotary, estos principios son esenciales para alcanzar el éxito y hacer una diferencia positiva en el mundo.
Al aplicar estas lecciones de Alejandro Rodríguez al ámbito del servicio comunitario, los rotarios podremos fortalecer nuestros clubes y maximizar nuestro impacto, cumpliendo así con los ideales de la organización que algún día Paul Harris vislumbró para el mundo.
Me encantaria platicar contigo. Puedes enviarme un mail a saule@geformas.com.mx o conocer sobre mi trabajo en www.geformas.com.mx y www.geformasdigital.com